Lo más importante será mantenernos tranquilos, optimistas y positivos.
Es curioso, estamos casi a medio mes de enero y tengo la impresión de que el tiempo no pasa, todos los días se parecen, creo que muchos, difícilmente, nos damos cuenta cuando llegan los fines de semana, quizá porque gran parte del territorio nacional está en semáforo naranja, de acuerdo a la secretaría de salud. Pero esta situación no es exclusiva de México, todo el mundo está en las mismas condiciones, basta con ver los noticiarios para enterarnos de que muchos países también están paralizados por el temor que la pandemia ha despertado desde hace ya un año, sin embargo, la gente sigue realizando sus actividades casi normales porque de otra manera no comerían.
Además, las fiestas de Navidad y Año Nuevo pasaron muy rápido, a pesar de que las celebraciones fueron sobrias, solamente con la familia cercana, y creo que algo que podríamos rescatar de esta circunstancia es que se volvieron a encontrar las personas que viven en una misma casa, ante las restricciones que se han impuesto para evitar contagios masivos. Por eso, pienso que podríamos retomar la relación familiar y aprovechar la cercanía forzosa para limar asperezas, es cierto que tanto encierro ha traído también escenarios de depresión y desesperanza, pues para algunos ha representado cerrarse a la posibilidad de continuar con su mismo tren de vida, el cual era bastante acelerado y que actualmente se limita a las paredes de su hogar, pero no cabe duda que en estos casos es muy necesario aprender a encontrar el lado positivo a todo.
Por ejemplo, conozco personas que, ante la falta de trabajo, se han visto en la necesidad de explotar su creatividad y han emprendido negocios familiares, unos vendiendo alimentos, otros distribuyéndolos, otros más haciendo mandados, en fin, que, valiéndose de los dispositivos móviles y las aplicaciones, se ha dado un giro inesperado a la actividad comercial, pidiendo lo necesario a distancia.
Pero no solo la parte que corresponde a la economía se ha transformado, estamos ante la reanudación de las clases en línea, porque no hay fecha para regresar a las aulas, los únicos estados a los que se les estaría permitido retomar las clases presenciales son Chiapas y Campeche, que tienen semáforo sanitario en color verde, algo inusitado por la cercanía que tienen con otros estados en los que la situación es adversa.
En cuanto a las demás actividades, que se consideran no esenciales, vivimos con la incertidumbre sobre el día en que podrán reactivarse. Por eso se entiende que se viva pendiente del momento en que las vacunas estén al alcance de toda la población, pero como suele ocurrir, la oleada de información a favor y en contra de ellas está suscitando suspicacias entre los usuarios de redes sociales, quienes, a ciencia cierta, no saben si, llegado el momento, se vacunarán o no.
Todo este panorama nos invita a reflexionar seriamente sobre la realidad que vivimos y las decisiones que tomaremos en el futuro próximo, ya que nos veremos afectados por ellas. Por eso es muy recomendable que nos apoyemos con nuestros familiares, que platiquemos con ellos, que investiguemos a fondo lo que nos interesa saber y que planifiquemos lo pasos que daremos para alcanzar nuestras metas, porque, según los augurios de los expertos en materia económica, vienen tiempos difíciles y es necesario unir esfuerzos para lograr sobrellevar los problemas que se puedan presentar.
Es momento, pues, de actuar prudentemente y prescindir de los gastos superfluos, enfocarnos en las deudas y evitar contraer compromisos nuevos, mas bien, tratar de pagar lo más que podamos, elaborar una lista de gastos y destinar el dinero para cada rubro, pensando en ahorrar algo, pues no sabemos cuándo se puede presentar una emergencia.
Si actuamos de esta manera, será más sencillo afrontar las dificultades que se presenten en el transcurso de este 2021, porque, es verdad que no sabemos qué pasará, pero lo más importante será mantenernos tranquilos, optimistas y positivos, nada solucionaremos angustiándonos o siendo fatalistas, pensemos que en este barco navegamos juntos muchos seres humanos que podemos apoyarnos unos a otros, por eso, confiemos en Dios y pidamos su ayuda para que esta situación pronto termine y podamos volver a la normalidad, a retomar nuestras actividades y relaciones humanas, tan importantes para nosotros y nuestros seres queridos.
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