Dedicar un domingo completamente a la Palabra de Dios. Con esta intención estableció el papa Francisco el Domingo de la Palabra de Dios. Una Jornada que la Iglesia celebra el III Domingo del Tiempo Ordinario, en esta ocasión, será el 24 de enero. El tema de este año está tomado de la Carta de San Pablo Apóstol a los Filipenses: ¡Mantengan firme la Palabra de la Vida! (cf. Fil 2, 16).
Para contribuir a la preparación de esta Jornada, el área de Pastoral Bíblica de la Comisión Episcopal para la Evangelización, Catequesis y Catecumenado ha editado un subsidio litúrgico para la celebración de la eucaristía, unos puntos orientativos para la homilía y un ejemplo de Lectio divina para el ejercicio de la lectura creyente y orante de la Palabra de Dios.
“Se ha cumplido el tiempo y está cerca el Reino de Dios” (Mc 1,14-20) es el título que se ha elegido para estos materiales que también incluyen una presentación del director del secretariado de esta Comisión, Juan Luis Martín Barrios.
“Se ha cumplido el tiempo y está cerca el Reino de Dios” (Mc 1,14-20
El texto elegido para esta Jornada se corresponde con uno de los versículos del evangelio propio de ese Domingo (Mc 1,14-20). Juan Bautista ha sido arrestado en la cárcel de Maqueronte y Jesús, en los primeros compases de su vida pública, tras el bautismo y lleno del Espíritu Santo, comienza su misión: “está cerca el reino de Dios”. Reino que consiste en acoger la buena noticia, el evangelio, de que todos somos hermanos (fraternidad), porque tenemos un solo Padre (filiación) y tenemos que amarnos más, mejor y de otra manera (Mandamiento nuevo). Al inicio del Tiempo Ordinario, nos ponemos a la escucha de la llamada del Señor que, como a los discípulos de la primera hora, nos sigue haciendo a cada uno de nosotros para implicarnos en la construcción del reino.
Estos materiales aparecen distribuidos en torno a tres partes: un subsidio litúrgico para la celebración de la santa Misa, unos puntos orientativos y sugerentes para la homilía, y un ejemplo de Lectio divina para el ejercicio de la lectura creyente y orante de la Palabra de Dios.
Nos unimos al deseo del papa Francisco quien, al final de su Carta apostólica Aperuit illis, expresa “que el Domingo dedicado a la Palabra haga crecer en el pueblo de Dios la familiaridad religiosa y asidua con la Sagrada Escritura, como el autor sagrado lo enseñaba ya en tiempos antiguos: esta Palabra “está muy cerca de ti: en tu corazón y en tu boca para que la cumplas” (Dt 30,14).
Divulgar la Palabra de Dios
El Pontífice propone este Domingo dedicado a la celebración, reflexión y divulgación de la Palabra de Dios:
En definitiva se trata de reavivar la responsabilidad de los creyentes en el conocimiento de la Sagrada Escritura y en mantenerla viva mediante un trabajo permanente de transmisión y comprensión, capaz de dar sentido a la vida de la Iglesia en las diversas condiciones en que se encuentra, como señala el Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización.
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