viernes, 2 de marzo de 2018

Moho del pan

Que amigos, familiares y compañeros puedan ver lo valioso que podemos ser en sus vidas


Por: Fabián Ortiz | Fuente: Catholic.net

Creo que a muchos nos ha pasado que vamos al refrigerador para ver que podemos comer y nos encontramos con una fruta o un pan con moho. El moho es ese hongo que se produce sobre materia orgánica, produce una capa y lo que hace es que ayuda a la descomposición de esa fruta. Cuando una fruta ya esta “infectada”, las otras que estan cerca corren el riesgo de puedan empezar a descomponerse y llegar al punto que se pudran. Sin embargo, ese mismo moho del pan puede ser convertido en algo bueno. Por ejemplo, hace unas décadas así fue como se descubrió la penicilina, un potente antibiótico que ayudo a la medicina y revolucionó la era de las infecciones bacterianas.

Todos en la vida que llevamos podemos encontrar en nuestro alrededor personas o situaciones que se asemejen a ese hongo adherido a nosotros. Desde cualquier ámbito que lo veamos, puede ser una amistad que empezó a ser toxica; alguien que es compañero de trabajo y que no nos esta trayendo nada constructivo a nuestra vida. Alguna situación o problema interno que lo que nos hace es ver lo negativo en la vida o las fallas de los demás. En fin, desde donde lo miremos podemos encontrar esa pieza que no esta bien y que nos esta causando un desorden total en nuestra vida.

Como humanos fallamos y tenemos nuestros altos y bajos, pero también, como humanos debemos de poder encontrar esa mejoría en nuestra situación. Hacernos valer y poder ser mejor personas. Para poder llevar a cabo esto podemos hacer como un examen de conciencia y poder tener la capacidad de hacer esa introspección personal de ver qué esta bien y qué esta mal. Cuando algo así sucede puedo pedirle al Espíritu Santo la guía de poder escoger el mejor camino, que sea él quien me ayude a poder tomar esa decisión. El don del discernimiento es un regalo que podemos tener, sólo hay que pedirselo. Sabemos que el siempre esta ahí para ayudarnos y para sacarnos de dudas. Solamente basta con pensar en El y todo lo demás vendrá poco a poco.

Esta evaluación propia me va a poner en perspectiva como estoy siendo yo con los demás. Dar las gracias es una forma de ir disminuyendo y evitar ser ese moho en los demás. El agradecimiento nos cambia la vida y nos cambia el estado de ánimo. El Papa Benedicto XVI es el Papa de las gracias, el le da las gracias a todos los que lo acompañaban: a su secretario, al que le abría la puerta del carro, al que le pasaba alguna nota o papel, es decir, a todos y cada una de las personas con las que él se topaba. Y lo mejor de esa actitud positiva es que, ¡Se recibe tanto, dando tan poco! No perdamos este valor tan importante en nuestro diario vivir.

“la humildad es andar en verdad”
-Santa Teresa de Jesus-


El gastar energía en sólo las cosas que valgan la pena cosechar. Mantener una buena amistad con un amigo de la infancia o del colegio, una vecina o una compañera de trabajo. Tener pensamientos positivos y optimistas. El optimismo es una virtud y es la que nos lleva a ver las cosas bajo el aspecto mas favorable. A veces cuesta entender los contratiempos que tenemos, pero con optimismo podemos tener la confianza en que podemos salir adelante. Importante la plena confianza en Dios, en los demás y en nosotros mismos. El ser optimistas nos lleva a tener un buen clima alrededor, pues le hacen mucho bien a los demás. Cuando uno es optimista, se contagia a los demas.

Vivimos en un mundo en el cual se juzga el valor de una persona a razón de los bienes materiales que este tiene. Llenamos un hueco o un vacío con cosas materiales. Entonces propongámonos a vivir una vida dándole menos valor a las cosas materiales, esto hará que yo pueda encontrarle más sentido a un gesto, una sonrisa o a un abrazo.

El adquirir un bien material nos da una sensación de falsa felicidad porque es algo nuevo que esta supliendo algo que pensamos nos va a hacer felices, pero podemos llegar a una confusión de creer que esas cosas materiales son necesarias para la experimentar esa felicidad. Una buena ayuda para evitar el materialismo es enseñar el hábito de ¨dar¨. Lo podemos vivir en un apostolado, ayudándole a alguien necesitado o donando nuestro tiempo a alguna asociación benéfica. El darnos a los demás nos hace mas sencillos y humildes. Muchos lo hemos experimentado y sabemos lo reconfortante que puede ser. Nos ponemos en perspectiva de otras realidades que hacen que aprendamos y veamos la vida de otra manera.

¨La tierra no tienen ninguna tristeza que el cielo no pueda curar¨
-Santo Tomas Moro-

Evitar llenarnos de ese moho es lo que tenemos que hacer con todas nuestras relaciones y actitudes. El estar con moho en nuestras vidas hace que no avancemos y que estemos totalmente frenados. Esto hace que nos dejemos llevar por la amargura, el dolor, la ira y la tristeza más facilmente. Todo esto hace que la vida se haga un camino sin un proposito. Algo que ayuda mucho en este camino es la participacion activa de los sacramentos, estos son una gran ayuda para poder unirme a Cristo y poder lograr llevar mi vida a un nivel más alto espiritualmente y que este en constante crecimiento.

Así, de la misma forma en como el moho pudo ser usado para fabricar algo bueno, podemos canalizar todo esto para poder transformarnos y poder ser personas de bien para quienes nos rodean. Que amigos, familiares y compañeros puedan ver lo valioso que podemos ser en sus vidas y todo esto con sólo tener presente este tipo de actitudes y ponerlas en practica.

No hay comentarios:

Publicar un comentario