El pasado 8 de diciembre, fiesta de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, el Papa Francisco, comunicaba al mudo, que dedicaríamos este año 2021 a San José, el Protector de la Iglesia. Es un buen motivo para fijarnos en un hombre, que recibió de Dios, la misión de cuidar y de educar a Jesús. A Él nos confiamos nosotros, como miembros de la Iglesia, y más en este tiempo de pandemia que seguimos sufriendo.
Han comenzado las vacunaciones y la esperanza de que este virus sea derrotado llena nuestro corazón y nuestras expectativas, esperando que este nuevo año, nos abra la puerta a la tan ansiada vida en normalidad. Ojalá que así sea, y que hayamos descubiertos los nuevos caminos que se han abierto ante nosotros, y que queramos seguirlos de un manera nueva, más fraterna y mas unida. Y, sobre todo, no vayamos por los caminos que, en el último mes, del pasado año, nos han intentado marcar las ideologías trasnochadas que parecen campar a sus anchas por nuestro país.
Este año, por motivos de la pandemia, estamos celebrando la Fiesta de la Virgen los Reyes y su Novena en la Parroquia de Santa Ana que permanece en su horario habitual.
Nos ha tocado escribir historia y hacer lo posible para celebrar nuestra fe de una manera segura y en la que podamos estar todos. A Ella le pedimos poder vencer al virus.
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