El pasado fin de semana tuvimos en las parroquias de Garachico la festividad del Corpus Christi
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Parroquia de San Pedro Apóstol
Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús
Parroquia de Santa Ana
El domingo pasado celebramos la solemnidad del Corpus Christi. Una fiesta muy arraigada en nuestras comunidades y pueblos, en la que celebramos y adoramos la presencia real de Cristo en la Eucaristía, en el sacramento de su Cuerpo y de su Sangre.
Lo que más nos llama siempre la atención de esta fiesta es la procesión, el ver como exponemos a Cristo en la custodia y, procesionalmente, lo llevamos, lo “paseamos” por nuestras calles y plazas, pero no de cualquier manera, pues desde siempre, hemos sabido que ese es El Señor vivo y resucitado, el que nos dio una vida nueva, el Pan de la vida, y por eso, alfombramos en recorrido procesional con alfombras y tapices que hacemos con nuestro esfuerzo y creatividad para que pase el Señor.
Auténticas obras de arte efímeras, cuyo único sentido, es servir de ofrenda y de alabanza artística al Señor, para que él, pase por ellas. Nuestro trabajo de oras es simplemente, para ser admirado y para el Señor.
Es una muestra de fe artística, un ofrecimiento del cansancio, de la creatividad desbordada en colores y formas, para que el testimonio público de nuestra fe, en la presencia de Cristo en la Eucaristía, sea, si cabe, mucho más sentido y más nuestros, pues sabemos que el pasa por algo que le hemos hecho para él.
Donde otros ven cultura, nosotros vemos fe. Donde otros ven antigüedad, nosotros vemos tradición vida de fe. Donde otros ven molestia, nosotros vemos ofrecimiento de hora de trabajo. Donde otros ven perdida de tiempo, nosotros vemos acontecimiento único y especial en nuestra vida.
No nos molesta trabajar para el Señor, no nos molesta hacer algo hermoso para que aquél, que entregó su vida por nosotros. Hoy se encuentre paseando entre nosotros en un paisaje lleno del color de nuestra creatividad y de nuestra fe.
Sí, pasa el Señor por nuestras calles. Sí, pasa el Señor por nuestras vidas y caminos, aunque no quieras verlo, aunque te des la vuelta para que no te vea. Sí, él pasa y se queda.
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