miércoles, 19 de julio de 2017

Palabras del Párroco

Soñar
Parece que seamos unos ilusos al plantearnos el soñar, porque más bien parecen que son cosas de niños y no de personas ya mayores o adultas. Pero nada más lejos de la realidad, pues el que no sueña es como un muerto viviente, es alguien que no tiene ilusiones y, mucho menos, esperanzas.

El que sueña se siente vivo y con creatividad nueva en su corazón. El niño que sueña, ansía hacerse mayor para conseguir todo lo que ve hacer a sus mayores. El joven sueña para poder alcanzar su futuro y llevar a cabo todo lo que anhela en su corazón. El adulto sueña con tenacidad y coraje para realizar todas sus expectativas…
Es necesario soñar para no quedarnos solo en los intentos, sino para intentar, por todos nuestros medios y con todas nuestras ganas todo aquello que nos proponemos. El que no sueña no vive.
En este mes de Julio entramos en la pre-misión diocesana, invitándonos a soñar con lo que queremos cambiar y transformar para ser una Iglesia más en salida y más en medio del mundo y de la sociedad, anunciando la Buena Noticia del Evangelio, del amor de Dios regalado a cada hombre y a cada mujer de este mundo. Y para eso, es necesario soñar, creer que todo aquello que nos proponemos lo podemos llevar a cabo.

Nosotros lo hacemos de la mano de María, la Virgen del Carmen, la soñadora del “SI” que hizo entrar a Dios en nuestra historia. Y de Santa Ana y San Joaquín, los padres de la Virgen, que también soñaron con la vida nueva, que por medio del “Hágase” de su hija, llegaría a cambiar este mundo, y que hoy nos toca a nosotros, los cristianos, llevar a cabo con la ilusión, la creatividad y la esperanza de vernos alentados por la fuerza del Espíritu Santo. 

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