El pasado domingo 26 de marzo, se presentó en el Monasterio el cartel de la Semana Santa de la Villa y Puerto de Garachico.
Tras el acto se presentaron varios motetes musicales
Puede recoger ejemplares del programa en nuestras parroquias
Palabras del autor:
Queridos amigos todos:
Quisiera agradecer desde aquí la confianza de D. Domingo un año más para la realización del cartel de la Semana Santa 2017, a las monjas concepcionistas y a todos los presentes.
El tema escogido para el cartel de este año es el traslado de
la imagen del Cristo de la Misericordia al oratorio de la Soledad de la familia Ponte.
Escojo este tema tras la petición de una pintura con algo exclusivo a original de nuestra Semana Santa.
Tengo que decir que me alegra poder presentar algo tradicional nuestro, no falsas copias de costumbres de otros lugares.
Centrándome en el cartel, tengo que decirles que se trata de una pintura a acuarela, utilizando una técnica, poco usada, con la que la forma se da con puntos de pintura.
Empleo esta técnica sobretodo en la figura del ya Cristo Yacente y un poco sobre la Virgen, ella, con suaves tonos ocres y grises le da al cartel el sentimiento doloroso y maternal que esta imagen de la Virgen transmite, se trata de la Dolorosa que recorre las calles en el silencio de la noche del Sábado Santo.
La presento vestida simplemente con un manto sobre la cabeza, no como procesiona, sino como aquí Sor Dulce la prepara cariñosamente para trasladarla a la parroquia.
El manto nos permite ver el perfil izquierdo de la Virgen y ella parece estar mirando desde el atardecer, eso que desde el siglo XVII, Garachico sigue conservando.
Una procesión singular y sorprendente (creo que única)
en la tarde noche del Domingo de Ramos se traslada la imagen del Santísimo Cristo de la Misericordia desde la parroquia hasta el oratorio particular de la familia Ponte.
Dicha imagen preparada celosamente, doy fe de ello, para dicho traslado, no lleva ningún adorno, sólo envuelto por un terciopelo negro, cargado sobre los hombros de los sacerdotes y custodiado por seis faroles que alumbran el camino.
Sin más acompañamiento musical que el doble de las campanas y llevado a toda prisa por las calles secundarias, como si hubiese algo que ocultar.
"Siempre se hizo así y la costumbre ha prevalecido".
Atrás queda el dolor, el calvario y delante ya se puede ver la luz de Cristo representado en el farol.
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