La Iglesia como comunidad es el amor en acción. El Papa Francisco dice que “una Iglesia sin la caridad no existe”. Caritas comparte la misión de la Iglesia: es un servicio a la comunidad.
Inspirada por los valores del Evangelio y la Doctrina Social de la Iglesia, Caritas responde a las catástrofes, promueve el desarrollo humano integral y acciones incidencia sobre las causas de la pobreza y el conflicto.
Caritas está organizada, en ámbito local en las parroquias, luego en las diócesis, en el plano nacional, el regional y el internacional.
Cada una de las organizaciones nacionales de Caritas es autónoma, bajo la autoridad de la propia Conferencia Episcopal, pero funciona también como parte de la Confederación Caritas Internationalis, que es parte de la Iglesia Universal.
Caritas Internationalis fue fundada en 1950, con el fin de promover una mayor coordinación, mejores comunicaciones y cooperación entre los miembros presentes, en los diferentes países de todo el mundo.
Caritas Internationalis significa ‘amor entre naciones’ y esa traducción es una reflexión sobre el amor compartido y es testimonio del mismo, con más de 160 miembros nacionales.
Caritas trabaja con los pobres, los vulnerables y los excluidos, sin tener en cuenta su raza, ni sus creencias. Su trabajo exige competencia profesional, así como “formación del corazón”, que es ser testimonio de la fe, que se expresa en la caridad.
El Papa Benedicto XVI elogió a Caritas durante su pontificado, diciendo que “justamente se ha ganado la estima y confianza de los fieles y de otras muchas personas, en todo el mundo, por su generoso y congruente testimonio de fe y su concreta capacidad de responder a las necesidades de los pobres”.
El Papa Francisco dice que Caritas es “parte esencial de la Iglesia” y “la institución del amor de la Iglesia”, así mismo afirma que Caritas tiene una doble dimensión: por una parte acción y por otra mística, “metida en el corazón de la Iglesia”.
Para el Papa Francisco, “Caritas es la caricia de la Iglesia a su pueblo, la caricia de la Madre Iglesia a sus hijos, la ternura y la cercanía”.
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